La Casa-Museo de Ana Frank está en el 263 de Prinsengracht en Amsterdam,
la capital de Los Países Bajos. Es un museo dedicado a a la joven
judía Ana Frank, que se ocultó de la persecución nazi junto su familia y
cuatro personas más en una serie de habitaciones de un edificio que
albergaba unas oficinas durante la Segunda Guerra Mundial. Su final fue
muy trágico.
El museo funciona como un espacio
ideado para hacer ver todas las formas de persecución y
discriminación a lo largo de la historia de la humanidad.
Asimismo, cumple dos funciones: la conseravaci´no del escondite donde
vivió Ana Frank durante unos años antes de su fallecimiento y una
exhibición sobre la vida de esta joven judía que dejó para la
posterioridad su famoso “Diario de Ana Frank“, uno de los libros mas
leídos de la historia.
La Casa-Museo de Ana Frank fue inaugurada el 3 de mayo de 1960 debido a una gran campaña de suscripción pública,
tres años más tarde de que una fundación fuera creada para proteger a
la propiedad que iba a ser demolido para construir una fábrica. De este
modo, nació un icono de Amsterdam en recuerdo a uno de sus más
insignes habitantes, Ana Frank.
En sus primeros años de vida, la Casa-Museo de Ana Frank recibió muchísmos
visitantes. En 1970 se cerró para para cuidarla del gran número de
visitantes. Permaneció cerrado hasta el 28 de septiembre de 1999 cuando
la Reina Beatriz I de los Países Bajos reinauguro el museo.
Con esta remodelación,
la Casa-Museo de Ana Frank añadio el edificio completo entre espacios de
exhibición, un café y una librería, así como las oficinas de la casa
frontal reconstruidas tal como eran en la década de 1940.
En definitiva, visitar a este museo es
muy conmovedor. Te enganchará de principio a fin. Resulta una V¡visita
obligada en todo viaje a Amsterdam, excepto que no se tenga mucho
tiempo.
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